miércoles, 30 de octubre de 2013

Reflexión sobre uso de las TIC en las aulas


Actividad sobre la opción uno del curso virtual SENA, asesoría para el uso de las TIC en la formación.
El tema de la tecnología es complejo; hace muchos años recuerdo que ver un computador y algunos otros artefactos fascinantes era difícil, el escaso material didáctico parecía provenir de la televisión, y las bibliotecas eran una figura tan formal que no era posible para cualquiera alejarse del temor de ir, todo esto auspiciado por la ausencia del claro concepto de que se tenía el derecho sobre ellas. Estoy hablando de lugares y municipios que en el tiempo de mis estudios primarios concebían el colegio como un edificio, cuya primordial esencia provenía solamente de sus ladrillos.

Claro, en las ciudades ahora se observa que estos aparaticos tan curiosos –tabletas, teléfonos inteligentes, portátiles –son parte de la vida de las personas. La conectividad es un rayo de energía que se propaga en muchas direcciones, su efecto parece ser normal, tangible o deducible. Pero hay que tener en cuenta que no todos los lugares son así, los diversos ambientes reflejan puntos de la gráfica de los que para algunos se puede decir que hay considerable distancia entre el mejor y el peor; por más políticas, ayudas y convenios, hay lugares que tienen aún la estampa de la verdadera pobreza. La no tan exacta metáfora pero con gran carácter de resumen sería la siguiente: hay personas que pueden ver los estrenos de cine, esperarlos, estar expectantes; mientras que otras, carentes de la menor intuición sobre el tema, podrán ver una u otra película tal vez pasados dos o tres años, tal vez diez.

Las citas de los expertos a mi modo de ver muchas veces son crueles y despectivas, el profesor que es reacio a utilizar ciertas tecnologías es el reflejo del niño o adolescente que no tuvo la oportunidad de tener en su mano algo de ese maravilloso mundo. Hay que recordar que hasta hace pocas generaciones humanas se logró la independencia, se vivieron guerras atroces, se reveló la era del transistor y la electrónica digital, el manto de la sabiduría no ha caído al mismo tiempo sobre todos.

Hablar de problemas llenaría más de una hoja de este archivo, y así como muchas formas de pobreza y violencia hacen raíces a través de la indiferencia, ese sutil rayo de piedad que nos surge cuando sabemos la solución a un problema y vemos que otro lo tiene, es en cierta forma el paño de agua tibia que, no solucionando la enfermedad, sí puede motivar a aquel a ser médico, si lo ayudamos, claro. Los que saben son la respuesta a los que no saben, el puente entre esos dos es la calidez de la comprensión y la mano amiga; el profesor que no usa las TIC es el mismo caso del alumno que tampoco las usa. Sí, hay que cambiar el punto de vista, pero eso se hace con respeto y tiempo, para todos.